martes, 16 de febrero de 2010

La incapacidad de gritar un NO


Siempre lo miraba, era el más lindo del colegio. No solo el más lindo, el más brillante (cosa que no suele darse), el único que tenía auto. En las horas libres trabajaba para su padre en un importante y reconocido buffet de la ciudad. Todo sumaba para ser el más deseado, el chico que todas querían tener. Lo miraba en silencio, pensando que jamás se fijaría en ella. Y no porque fuera fea, sino que había otras, a su estilo.

Llovía mucho, como pudo cerró el abrigo, colocó las carpetas sobre la cabeza, bajo corriendo las escaleras intentando llegar lo más pronto posible a la parada del bus. Una cuadra antes, él estaba ahí, sonriendo mientras abría la puerta del auto.

El corazón le dio un vuelco, aceptó, subió, él preguntó si estaba apurada. Hubiera gritado un “Noooooooooo, nada en el mundo me interesa más que estar acá”, pero se contuvo, apenas balbuceó un no que obtuvo por respuesta la más brillante y bella sonrisa jamás vista…

En medio del paseo mal estacionó, bajo la lluvia corrió a un jardín cercano, arrancó un flor y se la entregó, siempre sonriendo. La acarició, una rara sensación se apoderó de ella, pudo ver la belleza y a la vez la certeza de muerte, de indefensión de esa flor arrancada, mojada, sola…

Chocolate con churros, risas, anécdotas y regreso a casa. A la noche, muy tarde, sonó el teléfono. Le deseaba dulces sueños y ella no intentó profundizar en la sensación de invasión a tan altas horas, lo sumó como un detalle divertido. Un divertido gesto.

No hizo caso a esa película oscura que se proyectaba en una parte de su cerebro…

Los días se sucedieron tranquilos, la pasaba a buscar, la alcanzaba a su casa, para los compañeros de colegio era su novia, para los amigos era su novia… ella no sabía qué era. Horas cortas, hola y chau, beso y sonrisa… nada más.

Ese sábado la invitó a la playa. Pasarían la tarde juntos y por fin sabría algo más de él. El chico más lindo del colegio. Bebieron, caminaron un poco. Bajaron desde la playa hacia una arboleda, la besó con furia, desgarró su ropa y casi sin que ella pudiera articular palabra la penetró. No era lo que había soñado para la primera vez… Sentía algunos No atragantados en la garganta que no pudieron salir.

No volvieron a tener sexo, él decidió que se casarían y ella no dijo nada, cómo negarse al chico más lindo del colegio. Muchas noches la dejaba temprano, ella sería su esposa y para otras cosas, había otras. Mezcla de honor y rabia. ¿Cómo era eso de otras?. En las reuniones con los amigos la halagaba y alababa, el regreso a casa era casi siempre en silencio, sonriendo a veces… ella devolvía una sonrisa y así.

Boda, esa noche donde ella esperaba por fin entregarse a su hombre, él se quedó dormido para despertar sexualmente tres días después y penetrarla con la misma brutalidad, sin pensar en ella, sin sentirla a ella, sin saber de ella. En otra ocasión vino el sexo anal, doloroso, siempre igual. Brutal. Desahogaba su instinto animal con ella, nunca hicieron el amor.

Llegó un hijo, y durante el embarazo otra vez decidió que el afuera era mejor, que cuidaría a “su mujer” y su hijo.

Trató de hablar con una amiga, contarle, decirle que no era lo soñado, ésta respondió “¿De qué te quejás? Te llevaste al más lindo del colegio!.

Para su madre era igual. “Siempre inconforme, no te falta nada, te casaste con el chico más lindo, exitoso y agradable que puede haber”

Él sonreía a su madre, a sus amigas, a sus vecinos mientras jugaba con el niño a la pelota. Otro embarazo, otro afuera buscando placer. Ella sola sin haberlo podido sentir una sola vez.

Una mañana atendió la puerta, era una chica de su edad, bella y triste. La miró a los ojos y de alguna manera se conectaron. Venía a traer la billetera que el esposo había olvidado en su cama. Trabajaba en uno de los prostíbulos más caros de la ciudad. Se miraron, sin saber porque la invitó a pasar. Por primera vez pudo hablar, aunque la otra la había entendido apenas la vio. Se despidieron, una agradable sensación en el aire las hizo acercarse mucho, el beso en la mejilla fue un intenso roce en los labios, una mano que acarició todo su cuerpo… y se despidieron.

Esa noche sus manos, dedos buscaron esas caricias en su cuerpo. El esposo dormía. Encontró a esa mujer recorriéndola, lamiéndola; ella en su imaginación le devolvía cada gesto, cada caricia. Él despertó furioso, insultándola, comenzó a golpearla brutalmente… más.

Hoy, “el chico más lindo del colegio” besó a sus hijos y antes de que le policía se lo llevara esposado, fue al jardín y cortó una flor que dejó en su ataúd...

22 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante y conmovedor relato..


    Un abrazo
    Saludos fraternos...

    ResponderEliminar
  3. Temí leer ese final y me dio en la cara…
    Que más podía ser, después de toda esa hipocresía maldita…
    Un ser vació, nada mas que una cara bonita, cero corazón, cero sentimientos… un animal es mil veces mejor que ese ser…
    Lamento la franqueza pero así soy, no soporto los personajes mediocres.
    Ojala estos seres tuvieran una advertencia pegada en la frente, besitos corazón.

    ResponderEliminar
  4. Ufff!!!! Que historia,me dejas mareada....

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Permiso:

    Siempre hay una primera vez y me he animado a participar en
    http://antologialiterariaactual.blogspot.com/
    Te extiendo la invitación a que dejes tu comentario en el siguiente link
    Desde ya agradezco tu tiempo.

    http://antologialiterariaactual.blogspot.com/2010/02/deseo.html

    Besitos para ti Khepri…

    ResponderEliminar
  6. Uff, que historia...pero el final es de atenazar el corazón.

    Besos amiga.

    ResponderEliminar
  7. Mai..me has dejado totalmente desolada..triste final ,aunque se veía venir esefatal desenlace.
    Mil besos cielo.

    ResponderEliminar
  8. Bonito relato y triste, por desgracia una historia que e repita una y otra vez, nadie entiende, nadie sabe y tú crees que es asi como debe ser y aguantas. El problema de no tener fuerzas para imponer un deseo interno y ardiente que cuesta mucho de sacar.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  9. La historia que nos acercas me deja conmocionado.

    Gracias por compartir.

    Cálido abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Conmovedor tu extenso relato, triste pero
    lo has plasmado con buen texto.
    feliz semana
    un beso.

    ResponderEliminar
  11. Pensar que historias con el mismo final existen en algún lugar del mundo, me horroriza
    Un beso

    ResponderEliminar
  12. Qué tragico final, creo que cuando hay falta de sinceridad los caminos que pueden encontrar una vida o varias siempre resulta sorprendente y negativo. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Que historia más dura.
    Y cuanto dolor.

    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Habia escrito tanto y se me borro que bronquita me dio... porque la primer impresion siempre es la mejor y escrita tambien...
    Bueno va de nuevo... pese a toda la brutalidad de este hecho, al dolor, a la impotencia y la angustia... no esperaba quizas ese final... pense que lo peor ya habia pasado... me dejaste helada...
    Y ahora en forma de broma (menos mal que no fui a un colegio mixto no??? jajja)
    Besos cielo, un muy buen relato... de verdad, excelente!!!

    ResponderEliminar
  15. Terrible relato. Pero lo peor de todo es que se da con demasiada frecuencia.
    No sé qué decir... Me quedé sin palabras, pues la violencia es algo que nunca llegaré a entender.

    Mil besitos wpetona,
    Julia

    ResponderEliminar
  16. EXCELENTE
    Buen relato y mejor final
    Una crónica más de la violencia sobre la mujer que comienza con el menosprecio y termina con el ataud
    Y la sociedad que no conoce pero acompaña
    Muy bueno para reflexionar

    ResponderEliminar
  17. No se si decir demasiado triste o demasiado real, las dos cosas lamentablemente. Un relato muy bien logrado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  18. Es difícil encontrar, y más crear buenos relatos. Lo sé por experiencia porque me dedico a eso. yo no sé si tú estás en esto o te salió así, pero debo decírteo. Mai, has escrito un realto realmente bueno; lo tiene todo. Tensión, emoción, frustración, odio y sobre todo la sorpresa de saber que el chico más lindo también puede ser el más bestial, y pasar desapercibido ante todos.
    Mis felicitaciones, escritora.
    UN abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Wow, qué relato! me he quedado impresionada con el final... no lo esperaba...
    Un beso grande.
    Intenso.
    LADY JONES

    ResponderEliminar
  20. Me uno a los elogios de los demás lectores.

    Cuán a menudo lo que parece "perfecto" hacia el exterior, tiene una cara mucho menos idílica que ocultar.

    ResponderEliminar
  21. Es verdaderamente triste... y lo más triste es que hay taaaantos casos así... algunos no tienen ese final y la tortura continúa eternamente, porque cada día vivido así es una tortura...
    Muy duro... pero muy bien relatado...
    Un beso

    ResponderEliminar

Me acarician...